
Ayer tuvo lugar en Madrid la jornada «Tratamiento informativo de la violencia machista: retos en la era de internet. De Anastasia Steele y las 50 sombras de Grey a la base de la violencia machista» organizada por el diario independiente La Marea. Desde el Màster Gènere i Comunicació pudimos participar en el debate con el público con els siguiente texto.
Periodistas, comunicadoras, sociólogas… hemos llegado a coincidir en el máster Género y Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona, porque nos preocupa precisamente este tema: ¿qué visión transmiten los medios de comunicación si no tienen perspectiva de género?
No queremos sentar cátedra. Es más: nos quedan muchas cosas por pensar, escuchar, debatir, cuestionar, transformar… Lo que queremos es poner las manos en la masa, por eso tenemos algunas propuestas que pueden ser un primer paso en esta tarea:
Transformar el lenguaje. Lo que no se nombra no existe. Por esta razón es imprescindible cambiar la manera que tenemos de expresarnos. Dar la vuelta a las palabras, reapropiarnos de los términos e inventar nuevos para poder construir un nuevo discurso donde se reconozca que no morimos, sino que nos matan. Y que no es culpa de un loco, sino de un hijo sano del patriarcado.
Visibilizar. Mostrar que hay una estructura social, económica y política que se alimenta de las relaciones de privilegios y opresión, y por lo tanto sus mecanismos provocan violencia: la que acaba en feminicidio, pero también la simbólica. Y a la vez, las instituciones absorben estos casos, y los gestionan quitándole importancia y magnitud.
Señalar. Escribir, por ejemplo, “no la mató porque la quería, no fue un arrebato, sino porque se creía que era su propiedad y le dijeron que sería suya para siempre, que podía hacer con ella lo que quisiera”. Denunciar que no es sólo violencia aquella que asesina, sino que existen otros tipos y el maltrato pasa por todos ellos. Usar un término como feminicidio es conveniente por todo ello. Implica además una fractura del estado de derecho, y señala también la ineficacia de la justicia en muchas ocasiones.
Contextualizar. Existe una gran desigualdad de poderes y un sistema patriarcal bajo el que tienen lugar las violencias machistas, y partiendo de noticias sobre casos de crímenes machistas o picos de asesinatos podemos profundizar en el tema, contribuyendo a que no parezcan casos aislados. Las informaciones a partir de testimonios de personas vecinas y conocidas de la víctima y el agresor deberían sustituirse por reportajes en profundidad con la voz de personas expertas, que expliquen claramente por qué nos matan. Además, hablar de otras posibilidades para la víctima en las que se ven implicadas profesionales con perspectiva de género (asociaciones y colectivos).
Por eso estamos aquí. Empezando a escarbar, porque hay mucho por hacer. Nos tomamos como una responsabilidad contribuir a transformar aquello que creemos necesario. a decir las cosas por su nombre, a ofrecer puntos de vista hasta ahora silenciados, en definitiva, a ofrecer una visión de lo que está pasando más acorde con la realidad.